La arquitectura vegetal de Cabrita está gobernada por árboles frutales, maderables y no maderables en respuesta a imperativos ecológicos, climáticos y agrologicos propios del piso térmico en que se encuentra, de la pronunciada pendiente que presenta su terreno y, por ende, de la exigencia de conservación del suelo. Entronizando una jerarquía arbórea en su arquitectura vegetal logramos conciliar el mandato forestal del bosque húmedo premontano (o bosque medio húmedo de montaña) con nuestras demandas de biomasa forrajera, frutos y cultivos de pancoger. En la práctica, es un paisaje agroecológico que imita los patrones, procesos y relaciones del bosque premontano (o bosque medio húmedo de montaña) merced a un diseño que conjuga parches boscosos con parcelas agroforestales y silvopastoriles, pastos, huertos mixtos de árboles frutales, especies forrajeras, hortalizas, flores y cultivos de pancoger (maíz, frijol, arracacha, batata, yuca, sidrapapa (Sechium edule), archucha (Cyclanthera pedata), entre otros).